sábado, 24 de noviembre de 2012

Rubén Castillo presenta Galatea de las esferas



Rubén Castillo firmando Galatea de las esferas

El miércoles 21 de noviembre Rubén Castillo presentó su última novela Galatea de las esferas, publicada por Gollarín, en la Compañía Lounge Club de Caravaca de la Cruz.
Le acompañaban el editor, Francisco Marín, y el también escritor Miguel Sánchez Robles.
En Galatea de las esferas Enrique Saorín nos cuenta en primera persona su vida en un relato que aspira a ganar el Premio Nadal: trabaja como conserje, odia a su padre, le decepcionó su madre, amó en el pasado a una mujer… y se obsesiona con el cuadro de Dalí.

Francisco Marín mostró en primer lugar la nueva página web de Gollarín (www.gollarin.com), un proyecto editorial que está intentando relanzar. «Gollarín nació en el año 2007 y fue la ilusión de un grupo de amigos que, por diferentes razones, teníamos un objetivo común: era el de promocionar la literatura y hacerla más accesible; y especialmente promocionar a autores que podían tener menos oportunidades. Toma el nombre del paraje de Gollarín, en la Sierra del Gavilán. Allí está la casa de Gregorio Javier, un ilustre paisano escritor fallecido hace más de cuarenta años de forma accidental en plena juventud. El sitio era el lugar de peregrinaje de aquellos que aman la literatura y para ellos era un lugar de inspiración».
El editor tuvo unas palabras para sus antiguos socios: «les agradezco y les reconozco que esta ilusión que teníamos de editar hace unos años sea una realidad que va cuajando, se va haciendo mayor y que, de verdad, se vaya convirtiendo en una empresa cultural. Aunque hoy Gollarín es un proyecto diferente en cuanto a composición, no en cuanto a objetivos, que son los mismos. Hoy forma parte de la empresa Tribuna del Noroeste, que edita también el semanario El Noroeste: lo complementa, lo enriquece y le da más vida».

Francisco Marín destacó la primera edición de esta nueva etapa Años fugitivos de Pascual García: «Es una obra que, partiendo de un boceto de literatura fragmentada, en cuanto a ser una colección de artículos en el periódico El Noroeste, es una obra sólida, bien acogida por la crítica y, a mi juicio, un buen relato de un tiempo, de unas circunstancias y de unas costumbres, la de la juventud del autor y también de muchos de nosotros».
Por último, el editor señaló que los libros tienen tres fases de vida y una ultima de reposo: «la primera pertenece al autor, a su mundo, a sus anhelos, a sus sueños y a quien con él los comparte. Esa fase pertenecía a Rubén. La segunda, corta pero emotiva, pertenece al editor, a su negocio, a su ilusión; y ya en la tercera fase el libro pertenece a los lectores (con permiso de los críticos). Esta semana el libro es vuestro. La última fase, la de reposa, es cuando el libro ya forma parte de la pequeña historia de la literatura, del acervo cultural de su entorno y se convierte en fondo editorial».
Francisco Marín terminó asegurando que Gollarín, aunque una editorial pequeña, es ambiciosa en cuanto a calidad: «estamos formando una colección de buenos autores de nuestra tierra, de nuestro sol, de nuestro clima. Pretendemos agradecer al autor su trabajo y confianza; que se sienta orgulloso de la edición y contento con el editor; también pretendemos poner en manos del público obras que se hagan un hueco en su corazón de lectores, que queden satisfechos y continúen fieles al sello editorial».
Francisco Marín, Rubén Castillo y Miguel Sánchez Robles
A continuación Miguel Sánchez Robles glosó la novela Galatea de las esferas a la que calificó de «la novela poliédrica de Rubén Castillo». Destacó el novelista caravaqueño (del que Rubén Castillo señaló su La tristeza del barro como uno de los libros importantes sobre la enfermedad mental): «Hay novelas que son solo una cosa, todos sus diálogos, todos sus desenvolvimientos, toda su trama, todas sus reflexiones, tratan solo de una sola cosa y en una dirección determinada, pero hay otras novelas poliédricas que tratan a la vez de muchas cosas que importan, novelas que se salen por los lados y rebosan una sustancia densa y transitiva. Galatea de las esferas es una de ellas. Es una de esas historias que surgen como un géiser del alma de su autor cuando algo te destierra del mundo en que creías o del mundo que amabas. Esto último llega a ser incluso el propósito supremo del protagonista de la obra: Enrique Saorín, que se convierte en una especie de géiser de sí mismo desterrado de todo». Finalizó su intervención Miguel Sánchez Robles (su texto por su interés se reproducirá íntegro en el próximo número de El Noreste): «Me alegro de haber leído este libro de Rubén, de haber encontrado en él esos registros de una vida pasada que yo también añoro, de haber hallado en sus páginas reflexiones valientes, nutritivas…».
Rubén Castillo cerró el acto agradeciendo a Gollarín formar parte de una colección muy hermosa, repleta de grande escritores y en el caso de Migue de grandes amigos.
«Este es mi libro número trece, no soy supersticioso y  no espero para la novela nada negativo. Pero me doy cuenta de que no ha cambiado gran cosa desde mi primera novela en el año 90 y sigo manteniendo la misma actitud. Un agradecimiento a la persona que va a la librería y compra un libro mío. Parece una cosa sencilla pero no lo es. Para mí implica una gratitud que casi no se puede expresar con palabras. Entramos en cualquier librería y ha centenares, a veces miles de libros, y para mí es anonadante que alguien coja mi libro y no el de Javier Cercas o Antonio Muñoz. Entra dentro de la lógica que lo compren amigos, pero que lo haga quien no pertenece a mi círculo supone una auténtica inyección de moral. Pero hay otra agradecimiento incluso superior: a la persona que se lee el libro: las horas que emplee en ese libro es un regalo que nos hace al autor. Un regalo tan desprendido como maravilloso. Antonio Muñoz Molina nunca va a saber las centenares de horas que yo le he regalado. Espero conocer a mis lectores para agradecerles las horas que me han dedicado».
A continuación Rubén Castillo analizó el personaje, su opción por la primera persona en lugar de la tercera, la dificultad mayor al pensarlo que al escribirlo, lo que le debe a anécdotas que le contaron (entre otros el escritor Pascual García)… Por último, firmó su obra al numeroso publico reunido, entre los que se encontraban antiguos socios de Gollarín, la concejal de Cultura, Mª Cruz Pérez y su antecesor, Orencio Caparrós, el ex diputado Jesús López, la escritora María Dolores Pérez y muchos caravaqueños que no quisieron perderse la oportunidad de escuchar de boca del autor qué se pueden encontrar cuando abran la primera página de Galatea de las esferas.

Gollarín renueva su página web (www.gollarin.com)
 

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