viernes, 31 de agosto de 2012

The Newsroom: McAvoy contra los talibanes de Norteamérica (I)

Comienza y acaba The Newsroom con El Quijote (leído en castellano o francés, cantado en el musical) y se cierra el círculo con un personaje insospechado que dará la buena nueva una vez marcha el rey Arturo a combatir a Francia: a saber, que existe Camelot y que allí se encuentran los Caballeros de la Mesa Redonda.
Aaron Sorkin es un moralista y abusa de los sermones (cómo no reconocer al creador de la serie en el McAvoy al que abofetean o le tiran la copa a la cara... esa estupenda Hope Davis en su papel de periodista carroñera), posiblemente, como he leído, se crea Dios y tal vez lo sea, seguro que se ve y lo ven como the greater fool (ese término de la teoría económica que tan bien traduce Sloan).
Solo así se explica la cruzada que, episodio tras episodio (así hasta los diez que completan la primera temporada) mantiene contra el mal periodismo (algún crítico estadounidense ha criticado The Newsroom como un producto típico de Shonda Rhimes, creadora de ScandalAnatomía de Grey) y contra el rapto del Partido Republicano (la cita de grandes líderes republicanos es continua en la serie) que supone el Tea Party.
Jeff Daniels y Emily Mortimer, ¿quién es Quijote, quién Sancho?
Sorkin, que pertenece por derecho propio a esa estirpe de liberales norteamericanos (sí, norteamericanos... y volveremos a ello) que podrían conformar los Sidney Lumet, Frankenheimer, Robert Mulligan, el Alan Pakula más inspirado, debe estar convencido de que una serie suya puede cambiar el mundo. Y también lo está de que Norteamérica, a pesar del prólogo con el que arranca la serie (¿por qué Estados Unidos es el mejor de los mundos posibles?), tiene la capacidad para responder a todos los retos hasta convertirse en la sociedad más justa y libre de la Tierra.
Y, Sorkin, convencido que los talibanes de Norteamérica, es decir, el Tea Party (y ese sermón, tal vez posible solo en HBO, donde los llama tal cual, con nombres y apellidos, resulta el más atrevido de las series y el cine Hollywood de la última década, aun con el aroma a gauche divine que transpira por cada poro The Newsroom), están robándose su país, no dudaba en El Ala Oeste de la Casa Blanca y también en The Newsroom (el único episodio con partes sonrojantes, y más para alguien nacido fuera de Norteamérica, el de la muerte de Ben Laden) en hacer gala de su patriotismo. Como si tuviera que compensar cuando escupe verdades a la cara de sus compatriotas. Y de la épica también abusa, esa que tanto gusta a los estadounidenses..., y a mí. si la escribe Sorkin y la interpretan Jeff Daniels o Martin Sheen.
Aaron Sorkin creó la multipremiada y añorada El Ala Oeste de la Casa Blanca y esa obra maestra minusvalorada, tal vez porque no encontró la cadena adecuada, Studio 60. Además de escribir dos guiones excepcionales, La red social y Algunos hombres buenos, y dos pasables: Moneyball (una crítica mía) y la Guerra de Wilson.

El vídeo a continuación es un grandísimo spoiler

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