sábado, 11 de febrero de 2012

El escritor cubano Julio San Fransciso, autor de El desterrado

Ha fallecido el escritor cubano residente en España Julio San Francisco. No sé si pudo terminar la obra de la que habla en la entrevista. Fue una persona muy amable, que colaboró con El Noroeste con sus poémas y consejos. Dejo aquí la entrevista que le realicé.
El Noroeste habla con Julio San Francisco , el autor de “El desterrado”, escritor, periodista y opositor cubano residente en Caravaca desde hace tres años. San Francisco anteriormente había puesto a la venta por Bubok. com (y Lulu.com) su novela “Prensa Gulag, la apasionante lucha de un periodista cubano disidente” sobre el mismo tema.

En la segunda parte de la entrevista el escritor cubano habla de su vida en Caravaca, los proyectos literarios en que participa como el Club Lectura de la Cruz, un ensayo sobre la lucha de los periodistas cubanos y un libro de poesía casi terminado, la solidaridad entre pueblos de la misma Lengua y el futuro de Cuba, donde los hermanos Castro parecen empeñados en morir como dictadores en la cama. Augura una transición a la española y defiende las posibilidades culturales y económicas de una Cuba democrática.
PARTE I
JAIME PARRA: Usted llegó desterrado a España, con una inscripción en su pasaporte que textualmente dice “Permiso salida definitiva por un término de definitivo. ¿Qué hacía en Cuba?
JULIO SAN FRANCISCO: A mi me iba bien en Cuba. Yo empecé a ejercer al periodismo en 1978 en el periódico provincial cubano Victoria, donde en poco tiempo, llegué a ser jefe de la página cultural, jefe de cierre y jefe de tirada y, como joven escritor, Presidente de la Brigada Provincial de Jóvenes Escritores y Artistas Hermanos Sainz. Posteriormente pasé a jefe de correspondencia y, más tarde, a columnista del periódico nacional cubano Trabajadores. Había sido militante de la Unión de Jóvenes Comunistas y, después, del Partido Comunista de Cuba hasta que, en 1980, me separaron del Partido por oponerme a los mítines de repudio contra los 150 mil cubanos que emigraron hacia Estados Unidos cuando el conocido como Éxodo del Mariel. Como periodista de Trabajadores vivía con todos los privilegios que vive la burocracia en Cuba, podía entrar, con el carné de prensa, a todo lugar donde el resto de los cubanos tenían prohibido entrar, como buenos hoteles, etcétera. Ganaba buen sueldo, por ser periodista de un medio nacional, tenía mi casa propia, pasaba mis vacaciones en Varadero con mi novia. Todo eso llegó a avergonzarme.
J. P. : ¿Qué cambia tan drásticamente su vida?
J. S. F. :En 1985 llega Mijail Gorvachev al poder en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y comienzan la perestroika y la glasnov. En Cuba se vendían varias revistas soviéticas que se pudrían en los estanquillos por sus contenidos adoctrinadores y aburridos, (no hay nada más aburrido que el comunismo) semejantes a los de los medios cubanos, todos, de la tiranía que oprime a mi país. Con la glasnov, cambian radicalmente el contenido y la forma de estos medios soviéticos, especialmente de Novedades de Moscú, sin embargo, por un error de la inteligencia cubana o porque no se sabía cómo iba a terminar el mandato de Gorvachev y lo que con él ocurriría, estos medios continuaron entrando durante unos meses. Un grupo de periodistas cubanos los comprábamos (entonces había que comprarlos a sobreprecio ya) y hacíamos círculos de estudio con ellos, entre esos periodistas estábamos Reynaldo Escobar, (el esposo de la hoy famosa blogger, la filóloga y periodista Yoani Sánchez), José Antonio Évora, exiliado en Miami. Nos reuníamos en la casa de Reynaldo Escobar y también, entre 4 y 6 de la tarde, en un emblemático café de La Habana que se llama, sin embargo La Casa del Te. Allí hablábamos Belkis Bigles, Julio Antonio Rodríguez Santana, Alexei Díaz Paz, Enrique Patterso, Jorge Daubar, Juan Carlos Fernández, Rodolfo de la Fuente, algunos estudiantes de periodismo de entonces y otros. En Novedades de Moscú se explicaba rigurosamente qué era el comunismo, cómo funcionaba, cuáles habían sido sus monstruosos crímenes. Con esa publicación muchos periodistas pudimos salir en nuestro país de la bola de cristal sellada al vacío en que vive la alta burocracia cubana y, entre ella, los comunicadores.
J. P. : ¿Por qué lo desterraron?
J. S. F. : Fruto obligado de toda esta información y reflexión, me incorporé a NATURPAZ, una organización ecologista opositora que dirigía el brillante abogado y querido amigo Leonel Morejón Almagro, hoy desterrado en USA. En 1992 no porque no quisiera, sino porque no podía escribir para un medio oficial castrista (continuar escribiendo para la tiranía, una vez conocida la gran estafa, se me había convertido en un insuperable problema de conciencia, un insalvable problema ético) decidí romper con el periodismo oficial. Sentí que había tirado 41 años de mi vida por la borda. Quemé todos mis diplomas y caí en una crisis existencial grave. Cuando salí de ella decidí incorporarme, con dos periodistas más, el también exquisito poeta Raúl Rivero, y el experimentado radiodocumentalista Rafael Solano, a Habana Press, la primera agencia (una agencia sui géneris) privada y libre en Cuba en más de medio siglo para luchar por la libertad de prensa en mi patria. En esa misma época (hablamos de 1995) también participo, con Morejón Almagro en la fundación de Concilio Cubano, el más trascendente intento de unidad de la oposición cubana en toda su dura Historia, apoyándolo en la redacción de las bases y en la captación de opositores. Durante todo ese tiempo viví (vivimos) permanentemente hostigado, vigilado, perseguido, con el teléfono pinchado. Fui arrestado por la policía política varias veces. La última, el 14 de Enero de 1996, un día después de que en apoyo a Concilio Cubano, la organización humanitaria Hermanos Al Rescate, que se dedicaba a rescatar balseros en el ancho Estrecho de la Florida (90 millas de tierra cubana a tierra estadounidense) lanzara octavillas subversivas sobre La Habana y yo diera la noticia, antes de que terminaran de caer, por una importante emisora de Miami, Radio Mambí, que se oía clandestinamente en Cuba y para que lo supieran los exiliados cubanos de Miami. También gravé una crónica, desde la casa de Raúl Rivero, sobre el mismo hecho para Radio Martí, sección para Cuba de la Voz de los Estados Unidos de América. Habana Press, aunque ya existían como 4 ó 5 pequeñas agencias de éstas, era la que trasmitía todo lo relacionado con Concilio Cubano por mi amistad con su fundador Leonel Morejón Almagro, también algo Cuba Press, fundada ya y dirigida por Raúl Rivero. Por primera vez en su Historia era conocida en el mundo la oposición cubana, cogía una fuerza inédita hasta en entonces. Tenían que aplastar a Habana Press y a Concilio Cubano (los clavos calientes de entonces) y condenaron a prisión a la dirección nacional de Concilio y desterraron en pleno a la Junta Directiva de Habana Press. (Yo era el Subdirector editorial). Todo esto está recogido en los informes anuales de la época de Amnistía Internacional, con sede en Londres, de Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, del Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Washintong y de la Sociedad Interamericana de Prensa. 15 años después, y partir de la fundación de aquella primera agencia, existe en Cuba el llamado Movimiento Cubano de Periodismo Independiente (Libre) y más de 100 periodistas libres, sin contar a los bloggers que han formado otro frente dentro de este movimiento. Nosotros difundíamos nuestras notas noticiosas con un viejo teléfono, los bloggers lo hacen hoy utilizando pendrive. Yo estoy desterrado, como otros, pero la tiranía cubana ya no puede ocultar casi nada y el mundo conoce bastante lo que ocurre en mi patria, aunque sería conveniente que se le hiciera más caso a la oposición cubana. Esto tal vez se lograría si se uniera.
J. P.: La agencia española de noticias EFE lanzó sendas notas al mundo que fueron tomadas por numerosos medios españoles y no españoles cuando usted puse a la venta por la editorial-librería on line española Bubok.com su novela “Prensa Gulag, la apasionante lucha de un periodista cubano disidente”, con prólogo del académico de la Academia Española de la Lengua Luís María Anson , y posteriormente su obra completa. ¿En qué consiste esa obra?
J. S. F. : Consiste en esa novela, que está basada en esos hechos y es bastante autobiográfica, (una obra de periodismo literario o de creación) aunque es una novela de ficción escrita con el propósito de que el lector conozca esta historia de forma entretenida, en los libros de relatos “Nada y otros cuentos del absurdo” y “Misterio del Interior (relatos satíricos y humorísticos)”, “Todo mi corazón y otros agravantes (poemas escritos en La Habana y Madrid”, “El desterrado (poemas del destierro)”, “Así en la cama como en el cielo (poemas eróticos)” y “Tengo que estar enamorado (espinelas escritas a los 20 años)”. Hay un libro autoeditado clandestinamente en 1986 en Cuba, (un zamizdat), en mimeógrafo, en pocos ejemplares, titulado “Acrobacia Roja (poemas contra el oportunismo)” que aún la gente se pasa de mano en mano y que no he podido sacar de Cuba. Me produjo el primer encuentro, varias veces, con la policía política. Me prohibieron distribuirlo, pero lo distribuí esa misma noche. Todos mis libros están prohibidos en mi país. “Nada y otros cuentos del absurdo” lo presenté en 2006 en la Feria del Libro de Madrid y se vendió exitosamente en las librerías Casa del Libro y FNAP, de Madrid. De “Todo mi corazón y otros agravantes…” el poema “El desterrado” se estudió en la universidad parisina de La Sorbona en 2005, ha sido traducido al francés, al inglés, tiene tres versiones al italiano, se traduce al checo y al ruso y se ha convertido en un texto conocido por el exilio cubano, que se lee y estudia en distintos círculos de lectura de cubanos en el exilio y por el que he recibido muchos mensajes en todos estos años de cubanos desparramados por todo el mundo como por Kazajastán, Israel, Mozambique, Estados Unidos, expresándome su gratitud por haber escrito lo que ellos sintieron o sienten. Han sido numerosos premios Nóbel. Siempre digo que, por esos mensajes, yo soy el escritor que más premios Nóbel ha recibido.
PARTE II Y FINAL
J. P. : ¿Escribe actualmente algún nuevo libro?
J. S. F. : Sí, escribo dos: uno de poesía, “Poesía a corpore insepulto”, (el libro de los 60 años), y “Apuntes para el estudio del Movimiento cubano de Periodismo Independiente, (ensayo)”, donde trato de dar respuesta a la pregunta de ¿Por qué este movimiento anticomunista surgió sólo en Cuba y no en la desmoronada Unión Soviética, ni en ningún otro país de Europa del Este? y a ¿Por qué no se cayó el comunismo en Cuba cuando se derrumbó en un tercio de Europa? Siempre he considerado que la misión que me impuse no estaría cumplida sólo con participar en la fundación de Habana Press y Concilio Cubano, sino, en todo caso, cuando toda esa Historia estuviera también escrita. Así lo estoy haciendo. Ya está escrita “Prensa Gulag” y tengo casi terminado (va por más de 400 folios) “Apuntes para el estudio del Movimiento Cubano de Periodismo Libre…”. Es el primer estudio a fondo del tema. Lo lanzaré próximamente. Le doy esa primicia.
J. P. : ¿Pensaban ustedes cuando fundaban el Movimiento Cubano de Periodismo Indpendiente y Concilio Cubano que derribarían el sistema de su país?
J. S. F. : No, pensábamos que dejaríamos una lección ética para el mañana y que materialmente perderíamos lo que teníamos, pero dormiríamos con la conciencia tranquila. Por añadidura, contamos con el respeto de la heroica oposición cubano de dentro y de fuera de Cuba. En mi caso, además, he recibido el estímulo de haber sido nombrado Viceministro de Información del histórico Gobierno Constitucional Cubano, mantenido en el exilio según la Constitución cubana de 1940 (la única vigente para Cuba porque ninguna constitución comunista es legal y puede derogar a una aprobada democráticamente por todas las fuerzas políticas) y Miembro del Grupo Central de la Convención Internacional Anticomunista, fundada por el valeroso y querido cubano Humberto Illa.
J. P. : Nosotros publicamos en El Noroeste la presentación social del Club Lectura de la Cruz. ¿Se mantiene este Club? ¿Habrá más lecturas de la Cruz?
J. S. F. : Hice aquella primera Lectura de la Cruz, en el bar El Parque, de la Plaza de los Obispos, porque había sido invitado por la Casa de la Cultura a hacer, con la Concejala de Cultura, Mary Cruz, y el declamador Antonio Reyna, la tradicional lectura de la primera página de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha el 23 de Abril, de 2009, Día del Libro, y a dar un recital de mi poesía en dicho recinto (esas eran las actividades oficiales), pero quería también hacer algo más informal y se me ocurrió la idea de que podría darse también ese día una lectura, a nivel tan popular como puede ser la terraza de un bar, donde se dispusieran las mesas, cubiertas con un mantel blanco, en forma de la cruz de Caravaca. Así se hizo, con el total apoyo de mi amigo Juan José (Juanjo) Ruiz Sánchez. Por supuesto. Existe el Club, aunque está en fase de reestructuración, y eso garantiza que haya más lecturas. Si el tiempo, que lo decide todo, garantizara que esta lectura se convirtiera en una tradición literaria de esta hermosa ciudad sería fantástico. Para mi, que a tres años de vivir aquí y conocer esta ciudad, me siento ya caravaqueño tiene tanta importancia, en el orden literario (también para Juanjo), como la carrera de los Caballos del Vino en el orden festero. Tanto la primera Lectura de la Cruz, como la constitución del Club Lectura de la Cruz han tenido buen apoyo institucional. Este año la Lectura de la Cruz se incluirá en las actividades oficiales de la Feria del Libro y se dará en el Salón de Actos de la Casa de Cultura. Creo que esta podría ser, en el orden literario, una actividad exclusiva de Caravaca, incluso de interés, por tanto, turístico también.
J. P. : En la conversación preliminar usted me dijo que no siempre le había ido bien en España y que en el momento de tener que salir de su país tenía también visa para Estados Unidos y un puesto en La Voz de los Estados Unidos de América. ¿Se arrepiente de la decisión tomada?
J. S. F. : No. De este país eran mis ascendentes, pienso sobre todo en el abuelo con quien tuve una relación muy cercana, era gallego, Juan Ramón García Casas. Él me inculcó el amor a España. Hablo la misma Lengua, incluso la arquitectura colonial cubana puedo identificarla en muchos pueblos de la actual España, conocía mucho de lo que hoy ceno, me gusta esta idiosincrasia que es bastante parecida a la cubana y, en cuanto a Madrid, donde pasé los 12 primeros años de mi destierro, pues ya está dicho: “De Madrid al cielo” y lo suscribo. En cuanto a Caravaca, es un pequeño paraíso en la Tierra, tengo aquí muchos amigos y afectos. No me arrepiento de nada, ni de las causas que me trajeron a España y, por tanto, a estar tomándome hoy esté café con usted y respondiendo a sus preguntas. Todo fue largamente meditado, sopesando los pro y los contra, como todo lo que hago. Todos eran “contra”: cárcel, destierro, fusilamiento, manicomio, retractación. Decidí asumirlos. No fui el de peor suerte. El destierro vale la pena porque resignarse a vivir sin libertad es indigno. Yo siempre digo que está lucha es a muerte, hasta la libertad final, no he dejado de luchar ni un día en el destierro y moriré con las botas puestas.
J. P. : ¿Ha sido, entonces, bien recibido en Caravaca?
J. S. F. : Caravaca es un pueblo muy hospitalario, a un punto casi insólito. Yo he pedido un café en un bar (y esto me ha ocurrido varias veces) y, cuando he ido a pagar, el camarero me ha dicho está invitado. ¿Por quién? he preguntado. Por Paco o por Pepe, o por Pedro sin saber yo quienes son Paco, Pepe o Pedro. Si digo que soy cubano, ¿qué le cuento? Tengo la sensación de que en España ser cubano es como una llave que abre puertas. Le aclaro que en Cuba también decirse que se es español es la misma llave.
J. P. : Pero la ha pasado mal en España en general y en Caravaca en particular…
J. S. F. : Siempre digo desde 1997 que yo tengo tres patrias: Cuba, España y la Literatura. De la Literatura no podrán desterrarme. Reynaldo Escobar me preguntó desde La Habana ¿Extrañas las palmeras? Y le respondí ¡Qué palmeras, ni palmeras! Te extraño a ti, al resto de mis amigos y a mi familia que hace 14 años que no los veo. Me gustaría regresar algún día a Matanzas, donde nací, a Corralillo, donde pasé mi adolescencia, a La Habana, donde pasé parte de mi adultez, a ver pueblos y ciudades que ya no conoceré y probablemente no me conozcan, a ver cómo están, si mi deteriorada salud y el Tiempo me dan esa oportunidad, aunque sea de visita cuando pueda entrar sin ir a parar a la cárcel, o sea, cuando tome posesión el primer Presidente de la inevitable Transición e ir la bóveda de mis padres y de dos amigos que han muerto estando yo en el destierro. En el exilio han muerto siete, entre ellos varios poetas cubanos. La lucha por la libertad tiene un precio alto en limitaciones, inseguridades, sufrimientos y provisionalidades. Yo creo que vale la pena pagarlo y he estado dispuesto a pagarlo. Estoy, efectivamente pobre y enfermo, pero tranquilo y satisfecho y, parafraseando al gran César Vallejo “Matando y escribiendo”. La democracia y la libertad tienen un precio y es caro.
J. P, : ¿Qué ocurrirá en Cuba cuado desaparezca Castro que ya tiene 84 años, está absolutamente deteriorado y fue el creador de ese sistema y no puede, en la práctica, dictar la última palabra?
J. S. F: Transición, como España, que nos servirá de modelo. Si estoy vivo para entonces, pretenderé llevar a mi país lo mejor que he visto de este gran país y pueblo. Podría poner varios ejemplos, de empresarios españoles que esperan ese momento y me lo han dicho para que Cuba sea no la Perla del Caribe, como lo era en 1959, sino el Diamante del Caribe, como dice un amigo. Hay muchos empresarios cubanos y españoles que tienen mucho dinero y esperan que ese momento llegue para invertir en la reconstrucción de Cuba. Yo creo que nosotros debemos llevar allá el Estado de Bienestar Europeo porque en todo país hay fuertes y débiles que necesitan, además de la Empresa Privada, la protección económica. El mundo no puede ser una selva donde se salve quien pueda. Esto podrá lograrse en relativamente poco tiempo. Más tiempo nos llevará reeducar moralmente a la ciudadanía nacida toda ya en el comunismo y carente de los universales valores morales. Tenemos una gran fuerza económica y moral: el exilio cubano, con muchos millonarios esperando para invertir en su país, residentes, por muchos años, en países democráticos y desarrollados, como España, y también a dignos empresarios españoles que desean extendernos su mano en ese instante crucial para nuestra Historia democrática, además de las ayudas gubernamentales de España, de Estados Unidos, de la Unión Europea y de otros instituciones internacionales. Para que se haga una idea: necesitamos hasta asesores de la policía que enseñen a la nuestra a ser policías en un país libre.
J. P. : ¿Lo recordarán a usted en Cuba?
J.S.F. : ¿Si me recordarán? Si me recuerdan…pero puedo decirle que el único ser en el mundo que en realidad me interesa que me recuerde, me recuerda (y me recordará) con orgullo, pase lo que pase, y eso me hace y me hará feliz hasta el último instante de mi vida.
J. P. : Usted me ha comentado que algunos empresarios caravaqueños le han dicho “No me olvides cuando llegues al poder. ¿Desea ocupar algún cargo en el primer gobierno de la transición?
J. S. F. : No, por razones de edad y falta de vocación para la política y el poder, que es algo muy distinto a luchar. Nuestra generación cumple su misión. Detrás vienen otros más jóvenes y muy capaces que se encargarán de tomar el relevo. Yo sí tengo interés en llevar a Cuba cosas muy valiosas de España, pero para eso sólo se necesita tener una puerta a la cual tocar y una mano que toque. A mi me gustaría que, por ejemplo, Caravaca se hermanara en ese momento con mi municipio, uno de los más industriales de Cuba, Guanabacoa, en La Habana. Yo, aunque no quiero cargos para ese momento, si conservaré esa mano o esa posible llave, pero habrá que esperar a que Tome Posesión el primer Presidente de la Transición y echar a andar la máquina de la reconstrucción total de Cuba.
J. P. : ¿Qué cree de este mundo?
J. S. F. : Creo que está mejor que hace medio siglo, pero peor de lo que debe estar dentro de medio siglo. El problema no es la cantidad de gente que hace Mal, sino la cantidad de gente que no hace nada. Los indolentes son muy peligrosos.
J. P. : Si tuviera que hacer tres apuestas por un mundo mejor, ¿cuáles haría?
J. S. F. : Este mundo puede ser mucho más habitable. Requiere una gran reestructuración a nivel de países, como de las Naciones Unidas, a nivel de instituciones y de democracia, pero yo apostaría por 1) El cuidado del medio ambiente a través de todas las formas ya favorables y constatadas, 2) Una Educación mundialmente modernizada, y 3) Los microcréditos familiares y vecinales para construir pequeñas empresas.
J. P. : ¿Cuál es su lema en la vida?
J. S. F. : En tiempos fáciles “Todo o algo”. En tiempos difíciles “Aguantar el tirón guardando el tipo”
J.P. : ¿Cómo se siente siendo poeta, más o menos conocido, y pobre?
J. S. F. : Normal. Ya lo dijo insuperablemente el insigne poeta argentino Jorge Luís Borges: “La paradójica suerte de los poetas”.

El desterrado

El parque madrileño que frecuento
tiene frío
y yo
tengo frío
y el banco donde me siento
tiene frío.
El parque tiene, también, un joven con su esposa enamorada
y yo trato de imaginarme, por curiosidad,
cómo será tener una esposa enamorada
en este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada
tiene un coche en el que vienen a este parque madrileño
y yo, por entretenerme, trato de imaginarme
cómo será tener un coche
y llegar con una esposa
a este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada y su coche
tiene una casa
y yo, por distraerme, trato de imaginarme
cómo será llegar a una casa
en un coche
después de pasear por este parque madrileño
con una esposa enamorada.
El joven de la esposa enamorada, su coche y su casa
tiene un amigo que se encuentra con ellos
en este parque madrileño
y yo, por divertirme, trato de imaginarme
cómo será tener un amigo
y encontrarse con él
en este banco frío
de este parque madrileño.
El joven de la esposa enamorada, su coche, su casa y su amigo
tiene patria
y yo me pregunto cómo será tener una patria.
El joven de la esposa enamorada, su coche, su casa, su amigo
y su patria
tiene un hermoso perro
y pasean con su hermoso perro
todas las tardes
por este frío parque madrileño.
¡Si yo tuviera un perro!
El Retiro, Madrid, octubre, 1998
Votar esta anotación en Bitácoras.com

0 comentarios: