Hay siglas políticas que suman y otras que restan. Igual que las denominaciones: dile a alguien «socialista» en Estados Unidos y no hay peor insulto; prueba en definirte como «liberal» en España (a pesar de ser nuestra la palabra) y te tacharan de «facha».
Unas siglas se mantienen, otras desaparecen. ¿Por qué Alianza Popular debió cambiar de nombre, al igual que el PCE? En un principio, para hacerse más digeribles a los españoles, porque restaban… Imagino. En cambio, las siglas PSOE, que en su federación murciana celebra centenario, suman. A pesar de que el PCE y las Comisiones Obreras llevaron el peso de la lucha (entrecomillen «lucha») contra el franquismo, sus resultados electorales en 1977 fueron desastrosos (PCE: 19 – PSOE: 118). Mientras que el comunismo fue duramente atacado por Franco en el interior del país; en el exterior, los vencidos (mucho de jaula de grillos) le echaron todas las culpas (injustamente o no) sobre el fracaso de la República en guerra. Por el contrario, a pesar de la mayor actividad de la clandestina CCOO, el sentimiento de pertenencia al PSOE y UGT fue transmitiéndose subterráneamente de padres a hijos.
Para Alianza, convertirse en Partido en su refundación de 1989, fue un acierto: en las primeras generales AP obtuvo 16 diputados y ya en 1990 con Aznar eran 107. Se habían convertido en un Partido de Estado. Por el contrario, la coalición IU formada en 1986 obtuvo ese año 7 diputados y, entre la injusta Ley Electoral, su mensaje confuso y la sensación, cierta o no, que transmite de simple instrumento del PCE, le han llevado a los solo 2 escaños de 2008.
Los partidos políticos no son como los buenos vinos que mejoran con los años. Pero en el caso de PSOE y PNV su larga historia suma, mientras que al PCE le ha restado. Sin embargo, el liderazgo de Aznar y el cambio de una sigla transformaron un partido que de niño tomaba como un epígono del franquismo (tanto que continuaba llamándolos con desprecio Alianza) hasta convertirlo en pilar de la democracia actual.
Acertar con las siglas puede ser tan importante como una larga historia detrás de ti.
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