jueves, 19 de agosto de 2010

¿Qué hacemos con el Ex Presidente?


A cuenta de su visita a Melilla los periódicos españoles se han dividido otra vez sobre el ex presidente José María Aznar. En el editorial de El País lo llaman el último de Perejil (imaginativo el periódico en verano eso de titular como una película), mientras que no sé si El Mundo o ABC recuerdan que Zapatero se entrevistó con las autoridades marroquíes cuando era el líder de la oposición. La actitud de Zapatero entonces fue de deslealtad manifiesta (como José Blanco califica la de Aznar); la de Aznar no ha sido oportuna y tiene que ver más con el ansia de hacerse notar del personaje que de los intereses de España o del Partido Popular. Aunque no hablaría de deslealtad como hace nuestro Ministro porque Melilla y Ceuta son parte de España como lo puede ser Murcia o Cataluña y nada impide a un español visitar su propio país.
1. ¿Qué hacer con el Ex Presidente? Esto se podría ampliar con un qué hacemos con los ex presidentes del Gobierno. Gusten más o menos, tanto Aznar como González se retiraron relativamente jóvenes de la política. Aquí, al no ser el Jefe de Estado, su posición, una vez dejado el cargo, es irrelevante. No ocurre como en Estados Unidos donde un nuevo Presidente puede encargar a su antecesor misiones delicadas. Somos países diferentes: si Aznar fuera estadounidense no hubiera recorrido medio planeta criticando la política económica de Zapatero; si Zapatero fuera estadounidense hubiera defendido con convicción a Aznar cuando lo han insultado repetidamente líderes hispanoamericanos.
2. Aznar debió ir a Melilla durante su Presidencia si quería recalcar la españolidad de la ciudad. Le faltó valor entonces. Zapatero sí visitó Ceuta y Melilla en 2006 y Adolfo Suárez en 1980 cuando declaró su "indestructible españolidad". Felipe González no visitó las ciudades autónomas. Los Reyes de España lo hicieron en 2007.
3. La gestión del Gobierno a cuenta de la crisis está siendo un desastre. Ignacio Cembrero, del El País (el único en este periódico que ha relacionado el acercamiento de Aznar a Estados Unidos con la actitud promarroquí de Francia durante el conflicto de Perejil), escribe hoy: "El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sus secretarios de Estado y su portavoz guardan silencio como si no estuvieran concernidos. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, solo habló del tema en una ocasión, en Asturias, tras 28 días [...] Esta opacidad de las reivindicaciones de Marruecos ante un país supuestamente amigo como España incitó al Gobierno a intentar rebajar la tensión de manera un tanto atípica: recurriendo a don Juan Carlos para que llamase a Mohamed VI. Se obviaron los cauces diplomáticos habituales. El mero hecho de solicitar la intervención del monarca demuestra que algo no funciona en esta "excelente" relación".
4. Rajoy conocía la visita de Aznar, no así el Presidente del Gobierno (lo que no era necesario siendo una ciudad española). ¿Pero beneficia en algo a Rajoy que siga siendo el Ex Presidente el que marque la agenda política de su partido? ¿Podrá librarse de la sombra de Aznar? ¿No debería pensar en un simbólico "matar al padre" para hacerse dueño de su partido?
5. Volviendo al titular de El País: "En las calles de Melilla, Aznar dio la impresión de querer realizar el paseo triunfal que no pudo llevar a cabo tras su resonante victoria militar en Perejil. Iniciativa teatral con viento de Levante que dañó gravemente la confianza que socios y aliados depositaban en España para garantizar la estabilidad en el Estrecho". Como ya comenté el otro día, para echar a los marroquíes de Perejil solamente se necesitaba la cabra de la Legión. Pero había que echarlos. Han aprovechado siempre las debilidades que ha mostrado España, como ya ocurrió con la Marcha Verde. No fue una guerra ni fue honroso e, incluso, tal vez Perejil no sea nuestro. Pero España no puede permitir que un país extranjero ocupe un islote que creemos nuestro. Existen tribunales internacionales donde Marruecos pudo llevar el caso, cosa que no hizo. Si tenemos una nueva crisis, espero que no sea Moratinos el ministro.
6. No sé por qué siempre que hay un incidente diplomático con Marruecos tiene que viajar un español a ese país para conversar con su dictadura. Ya va siendo hora de que sea el Rey de Marruecos el que llame al de España o sus ministros de Exteriores los que visiten nuestro país. Si ellos vuelven a declarar su intención de recuperar Ceuta y Melilla, España debe advertirles que las defenderá por la fuerza. Y, desde ya, que José Luis Rodríguez Zapatero declare que no acepta nada para el Sahara que no sea la plena independencia.
7. Un universitario de Marruecos escribe sobre Ceuta y Melilla y defiende que por historia son de Marruecos. La ONU no reconoce el derecho de Marruecos a Ceuta y Melilla... ni tampoco al Sáhara Occidenta, mientras que para la ONU Gibraltar sí es una colonia. Pero más allá de eso, lo que realmente importa es que Ceuta y Melilla no quieren ser marroquies, como Gibraltar no quiere ser española. Normal: nadie quiere empeorar su situación.
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